Dejamos atrás un año intenso, muy intenso. Ha sido un 2009 pleno de situaciones complejas, algunas buenas otras malas o muy malas. Con muchas incertezas desatadas inclusive por factores ajenos a la Argentina. El arrastre de la crisis global y su incidencia en nuestra economía; la gripe porcina y el desorden que ocasionó; el incremento de acciones violentas en el mundo; los desastres climáticos; la falta de resolución en el conflicto de Medio Oriente; La muerte del ex presidenta Raúl Alfonsín; un nuevo ataque personal al papa; la Cumbre de Copenhague sin los resultados anhelados y podríamos seguir al infinito citando acontecimientos.
Algunas situaciones provocaron muchas expectativas, como la presidencia de Obama y sus promesas de desactivar Guantánamo, de desmilitarizar Irak, de mejorar las relaciones con Latinoamérica. Para Argentina, como otros países de la Región hubo un interesante desarrollo de actividad en UNASUR, hay que reconocer el acrecentamiento del perfil que han logrado a través de ello. Además de vivir con altibajos socioeconómicos y políticos, a nivel de algunas de las Naciones que lo componen. De tal modo que, el año que se inicia, ya vemos, promete ser mucho más complicado que el que dejamos atrás. Emociones, rabietas por las injusticias y también algunas alegrías es lo que nos queda y lo que debemos afrontar, porque finalizar y comenzar, aunque sea simbólico en lo que hace a nuestro trajinar, siempre significa poner nuevos bríos y actos de fe en ejercicio.
Por eso, nuestro ánimo tiene que estar bien predispuesto para asumir con aliento y ganas de continuar realizando cosas útiles para la gente, este 2010, que nos trae el inicio de las conmemoraciones y actividades del bicentenario. Para eso, desde ANUA, nos proponemos seguir trabajando con vigor y convocando a todas las personas que quieran participar voluntariamente de nuestras acciones.
La esperanza y el compromiso con las convicciones, son siempre los mejores augurios para finalizar y para comenzar. Así será, cuando en breve, nos reencontremos renovados y firmes en el camino propuesto.
Lucía Alberti
Presidenta de ANUA
Directora Regional para
América Latina
